Las aseguradoras afrontan varios desafíos en la lucha contra el fraude. Uno de los problemas mencionados por las aseguradoras en la Encuesta sobre el fraude en los seguros y transformación digital 2016 es la calidad de los datos. Algunos de los desafíos se encuentran en la falta de uniformidad internacional sobre el almacenamiento de datos y los cambios que se producen en el uso de los sistemas de registro interno a lo largo del tiempo. La influencia de la parcialidad o el prejuicio tampoco debería subestimarse.
Los mayores desafíos con respecto al fraude para las aseguradoras están relacionados con los datos: problemas con la protección y la privacidad de los datos (36 %), acceso inadecuado a fuentes de datos externos (36 %) y problemas con la calidad de los datos internos (30 %).
Insurers’ biggest challenges in effectively responding to fraud (%)
Source: Insurance Fraud & Digital Transformation Survey 2016
Acceso a bases externas de datos
Las aseguradoras podrían luchar contra el fraude con mayor eficacia si se facilitara el acceso a las bases externas de datos. La información procedente de fuentes externas podría presentar una visión más exhaustiva, lo que aportaría argumentos adecuados y sólidos para la aceptación, el rechazo o, quizás, condiciones adaptadas.
Entre las fuentes externas se encuentran, por ejemplo, la información de una cámara de comercio, la moral de pago o los hábitos de pago y el historial de siniestros, así como los datos demográficos y los registros de vehículos.
Legislación sobre la privacidad
El uso de datos externos está permitido según el país. Si nos fijamos en Europa, la legislación en materia de privacidad se está volviendo menos permisiva y el uso de datos externos está convirtiéndose en una cuestión delicada. En los países escandinavos, una verificación del crédito es bastante sencilla, y en Noruega y Suecia las declaraciones de la renta son incluso públicas. En esos países, la transparencia prevalece sobre la privacidad. Sin embargo, en Europa Central y Occidental, la privacidad de los datos es más estricta.
Complemento de la perspectiva
Cada aseguradora, acertadamente, atesora la información relativa a sus clientes. Se saben muchas cosas sobre sus posesiones, su valor, cuánto tiempo ha sido propietario alguien de algo y qué siniestros se han producido durante los últimos años. Cuando se solicita un nuevo seguro, los datos externos pueden complementar la perspectiva. Podemos tomar como ejemplos la solvencia, el historial de un objeto (p. ej., un vehículo) que se va a asegurar por primera vez o el historial de siniestros con otras aseguradoras. Puede que estemos hablando de un cliente ejemplar en los seguros de propiedad, pero con un historial muy distinto en sus seguros de vehículos, incluyendo siniestros con daños dudosos, en otra aseguradora.
Los datos externos en el proceso de suscripción
Las fuentes externas pueden resultar aún más importantes para poder realizar una buena evaluación de las suscripciones de nuevos clientes. La información bastante general puede complementar los datos proporcionados para presentar una imagen más exhaustiva. Podría tratarse de información sobre un vehículo, una verificación de crédito o datos demográficos sobre el vecindario, como el nivel de urbanización o las estadísticas de robos en los tipos de vivienda de la zona. Con frecuencia, estos datos no bastan para establecer conclusiones decisivas, pero pueden apuntar a una determinada dirección que nos lleve a una mayor comunicación con el solicitante y a ponderar los riesgos.
De la detección del fraude a la prevención del mismo
Toda la información obtenida se puede incluir en la base de datos de la aseguradora y añade valor a los datos internos. Así resultará más fácil verificar los siniestros y una aseguradora podrá impedir que el fraude y los riesgos graves ingresen en su cartera, lo que le permitirá abordar al fraude de manera proactiva.