El uso obligatorio de números de seguridad social podría ser la forma de verificar a los nuevos clientes y limitar el fraude en el Sector Seguros, afirma Albert Wienen, Consultor internacional sobre éxito con los clientes en FRISS. ¿Y por qué motivo los gobiernos no emiten a los ciudadanos direcciones de correo electrónico únicas y validadas, basándose en los números de seguridad social?
Errores tipográficos
La mayoría de las compañías de seguros tienen que fiarse de la honradez y la precisión de sus clientes cuando estos proporcionan un nombre y una dirección para una nueva póliza de seguro. Se producen erratas, sobre todo cuando los clientes contratan pólizas en sitios web o por correo electrónico, pero ese problema, obviamente, no es el único. Incluso cuando el solicitante no lo hace a propósito, las personas suelen ser incoherentes en la forma en que se presentan.
Si utilizo mi propio nombre como ejemplo, soy Albert Wienen, pero también soy A. Wienen. El software puede verificar si se trata de la misma persona porque ambos nombres tienen la misma dirección y la fecha de nacimiento. Pero, ¿qué ocurre si me caso y añado el apellido de mi esposa al mío? ¿O si cambio mi apellido por el suyo? Estas son posibilidades reales en Holanda y también en otros países. Me resultaría muy fácil contratar nuevas pólizas de seguro, aunque hubiera sido sancionado por cometer fraude. Y es muy fácil conseguir una nueva dirección de correo electrónico. Los documentos de identificación formales, como las licencias de conducir y los pasaportes, pueden proporcionar validación extra de los datos personales, pero no son infalibles a la hora de perseguir los siniestros fraudulentos. Esos documentos se pueden falsificar, especialmente cuando los clientes solo tienen que proporcionar copias digitales.
La identificación digital como solución
Esta es mi propuesta. La mayoría de los países europeos emiten números de identificación únicos a sus ciudadanos, con fines fiscales y de seguridad social. Esos números suelen acompañar a una identificación digital, como DigiD en Holanda, BankID en Suecia y EstID en Estonia. La identificación digital también funciona con direcciones de correo electrónico validadas. El uso de este tipo de identificaciones digitales debería ser obligatorio cuando los consumidores solicitan una póliza de seguro. El sector financiero sueco ya funciona de esta manera. El resultado es que los defraudadores se pueden identificar más eficazmente durante el proceso de suscripción. Además, los siniestros de seguros fraudulentos se pueden rastrear hasta llegar a una persona real. Asimismo, resulta mucho más difícil para una persona utilizar una identidad falsa cuando solicita una póliza o reporta un siniestro, porque el defraudador tendría que falsificar su BankID.
Reducción del fraude
Las nuevas leyes europeas sobre privacidad podrían complicar que esto se consiga en toda la Unión Europea a corto plazo. Sin embargo, nuestro sector y las organizaciones relacionadas podrían ejercer presión para que se dé el primer paso: direcciones de correo electrónico validadas nacionalmente para cada ciudadano, vinculadas a datos personales validados y basadas en los números de seguridad social. Esto limitaría el fraude en el momento de la suscripción y reduciría el número de los siniestros injustificados imposibles de rastrear. De esta manera, las sucursales se ahorrarían una buena cantidad de dinero.