Joe Stephenson es director general de la Unidad Especial de Investigaciones de Hagerty y experto en investigaciones en línea y redes sociales. En 2018, durante el evento FRAUDtalks en Amsterdam, advirtió sobre el arma de doble filo que representan los datos en las redes sociales: cómo pueden ayudar a las investigaciones y a los criminales por igual.
¿Publicaría usted su información bancaria en Google? ¿Su estado de cuenta bancaria? ¿Cuánto debe a su compañía de tarjeta de crédito? ¿Quiere que todo el mundo sepa todo sobre usted? ¿Quiere que sepan que usted se encuentra en esta conferencia en este momento? ¿Cuánto pagó por su boleto de tren o dónde desayunó?
Las personas publican información personal en línea todos los días y la generaciones más jóvenes lo está haciendo cada vez con más frecuencia. La privacidad en redes sociales es muy importante. Pero es una espada de doble filo para aquellos que, como nosotros, estamos en la industria de la investigación. Como sabemos el valor que tienen todos estos datos, podemos utilizarlos. Pero también sabemos que pueden ser utilizados en nuestra contra. Porque si las organizaciones criminales tienen la oportunidad de atacarlo, de manipularlo, lo harán.
Toda una vida en línea
Me gustaría contarles una historia que sucedió hace muchos años. Me encontraba paseando por el campus del Instituto Técnico de Pasadena en California con un amigo mío y encontramos una credencial de identificación de una joven en el suelo. La credencial pertenecía a otra universidad. No pude encontrar a quién darle la credencial y entonces dije: «Bueno, déjame usar mi teléfono y ver si encuentro su dirección y su correo electrónico para devolverle la credencial». Y, en 30 minutos, con mi celular, encontré no sólo su nombre y dirección, sino todo lo relacionado con ella. Dónde vivía, cómo era el interior de su apartamento, cuántos gatos tenía, los horarios de su novio, dónde iba a sus clases de yoga, dónde tomó su café en la mañana. Podría haber seguido su rastro fácilmente. Si hubiera sido un delincuente, podría fácilmente haberle robado su identidad.
Sus datos están en juego
Todos queremos ser importantes, queremos ser especiales. Ese es el problema con la gente y la privacidad en línea. Lo maravilloso de las redes sociales es que nos permiten ser más de lo que realmente somos en la vida real. Nos permiten vivir la vida que queremos, al menos en línea. Elegimos mostrar fotos e información en línea, incluida la información del pasaporte, de la visa y los datos financieros.
Es una espada de doble filo. Como aseguradoras, como investigadores, utilizamos estos datos para la evaluación de riesgos e investigaciones de siniestros. Porque los datos están allí.
Aunque elegimos cómo mostrar nuestros datos y confiamos en cómo Facebook y en Instagram almacenan nuestros datos, no podemos elegir cómo se utilizan nuestros datos para otros propósitos. No tenemos control sobre dónde han ido estos datos o cómo otras personas los están usando. Como investigadores, nos gusta contar con esa información, podemos tomar esa información y almacenarla a largo plazo. Créanme, hay muchas cosas en internet que desearíamos poder olvidar. Pero si elimina sus datos e información, esto no significa que los datos ya no existan si alguien antes ya los ha capturado y usted lo desconoce.
No es usted, son los otros
¿Y qué ocurre con aquellas personas que publican sobre usted en internet? No publico mucho en Facebook. Mi esposa publica todo en Facebook y en Instagram. Así que, aun cuando usted puede verificar mi perfil y no obtener mucha información, si sabe cómo manipular las redes sociales puede encontrar una inmensa cantidad de datos sobre mí.
No es solo Facebook. También es LinkedIn. Hace unas semanas vi a este CEO que tiene 32 mil seguidores en LinkedIn que publica el currículum de un joven. Y, básicamente, le dice a gente: «Hola, estoy dispuesto a publicar un currículum a la semana para que todos lo vean, acabo de subir uno a la sección de comentarios.» Sin duda, es un CEO bien intencionado tratando de ayudar a alguien a conseguir trabajo. Pero en su sección de comentarios hay cientos de currículos publicados. Sus datos personales, algunos con la fecha de nacimiento, algunos con información financiera, algunas personas incluso tenían en sus currículums su número de cuenta de PayPal.
Se trata de personas que pueden estar desempleados, que pueden estar enfrentando problemas financieros y están buscando trabajo, dispuestos a publicar esos datos. Y no hay forma de volver atrás, no hay forma de saber quién ha capturado su información personal por motivos no tan bien intencionados.
Los datos personales son mucho más que un nombre
Por cierto: los datos de carácter personal son mucho más que su nombre, dirección o números de celular. Es el programa de TV favorito, es su cafetería preferida a la que usted va cada día. Empiece a pensar fuera de las normas. Empiece a pensar cómo podría utilizarse el hecho de que alguien pudiera conocer el lugar donde usted toma café, encontrarlo y seguirlo en línea. Con un nombre, un rango de edad y un poco de información puedo encontrar su perfil en las redes sociales. Incluso si no está utilizando su propio nombre en las redes.
Las plataformas de redes sociales nos dan control sobre nuestra configuración de privacidad. Pero esto nos da una falsa sensación de seguridad. Encontré el perfil de Facebook de un hombre, totalmente desconocido para mí hasta hoy. Puso mucho esfuerzo en no mostrar ninguna información personal en su perfil, sólo su imagen. Pero le gustaba su mezquita, un simple “me gusta” que no estaba protegido en Facebook. Al conocer su mezquita, puedo encontrarlo buscando todos los hombres a los que les gustan esa mezquita y comparar sus fotos de perfil. Mediante la manipulación de la búsqueda de Facebook, nos encontramos todo lo vinculado con su perfil, fotos y mensajes en las que está etiquetado, recomendado o en qué listas figura. Al ver una foto de un pasaporte y un boleto con destino a la ciudad de mi ‘objetivo’, encuentro a un sobrino. Al mirar su círculo cercano de amigos y familiares podemos llenar los espacios en blanco.
De esta manera, como investigadores, podemos acotar hechos, trazar la estructura de las organizaciones criminales o ver las relaciones entre las distintas partes. O atrapar a aquellos que son lo suficientemente estúpidos para publicar fotos de sí mismos con el vehículo o el dinero que robaron.
Ahora piense en todas las cosas a las que ha clasificado con un “me gusta”. Todos los clubes deportivos, todos los lugares a los que ha ido a cenar. Fotos que tomó de comidas. ¿Recuerda lo que le “gustó” hace varios años? ¿Borró esa información?
La privacidad y redes sociales van de la mano y la privacidad es una espada de doble filo. Debe entenderlo, no sólo debe saber que existe, sino también debe saber cómo protegerse. Me complace compartir con ustedes toda mi información y diapositivas de PowerPoint y todos los libros que empecé a escribir pero nunca terminé porque ya son obsoletos incluso antes de terminarlos, porque se trata de compartir información. Aprender a usar los datos, saber cómo encontrar sus objetivos, y aprender a protegerse y proteger a su familia.
Porque aunque no tenga nada que ocultar, siempre tienes cosas para proteger.