Hoy presentamos 1 insight sobre el fraude en España desarrollado por Mateo de la Fuente, Director de Prestaciones y Servicios de AGP Gabinete Pericial en la que se abordaron la siguiente tema: Evolución Del Fraude
El negocio del seguro es totalmente dinámico, los productos son dinámicos, la gente es dinámica.
El fraude ha evolucionado como lo ha hecho la sociedad en general. Hace un tiempo un asegurado defraudaba a la compañía y sacaba algo más de dinero del que le podía corresponder, hoy en día estamos hablando de mafias, grupos organizados que están viviendo del seguro y utilizan todos los ramos, no sólo el del automóvil, también el de hogar, comercio, vacaciones, transportes, salud, vida. Pasaron de ser un figura aislada (el asegurado) a figuras nuevas como abogados, clínicas, lamentablemente peritos, también empleados de compañías aseguradoras, agentes, corredores de seguros, que se han organizado de tal manera que son grupos que conocen muy bien el mundo del seguro y saben muy bien por dónde atacar y, evidentemente, es allí donde las compañías han tenido que evolucionar, pasando del olfato del tramitador a apoyarse en cualquier herramienta tecnológica que haya hoy en el mercado y que ayude a prevenir o detectar antes cualquier tipo de irregularidad.
Evolución del fraude desde el punto de vista social – cultural – regional
La evolución del fraude ha pasado de una persona que por su cuenta y riesgo defraudaba a la compañía a grupos organizados que hacen muy difícil detectarlos y que trabajan por regiones. La información de que disponemos: el informe sobre el fraude que elabora ICEA todos los años; nos dice que el fraude no se comporta igual en Andalucía que en la zona norte de España.
Lo más común sigue siendo el ramo Auto, en el que tienen un golpe e intentan sacar algo más de esa rotura o golpe. Lo que ha ocurrido es que estas bandas organizadas han descubierto que los automóviles tienen elementos muy valiosos en su interior, como por ejemplo el catalizador, que tiene un costo bastante elevado (aproximadamente los 3000 euros), y esta gente lo roba, recibe 300 euros en el mercado negro y los elementos que lleva adentro que son platino, níquel, oro y cadmio que son muy valiosos y en el mercado negro vale mucho dinero.
Hubo una época que empezaron los robos en los turismos, de allí pasaron a las camionetas, fueron hacia los camiones, luego fueron hacia los vehículos que había aparcado en las calles y luego pasaron a los vehículos de alquiler y se movían por toda la geografía española, cuando las compañías veían esto, se denunciaba a la autoridad competente, y la policía, la guardia civil se ponía en marcha pero evidentemente son gente que cuando se dan cuenta de esto, se van a otras localidades de Valencia como Cataluña, Madrid, bajaron a Andalucía, es decir, se movían muy rápido para que nadie les capturara.
Otro caso es el de los robos al modelo DACIA de Renault. Este tipo de vehículos son coches baratos que se pueden conseguir a partir de 10.000 euros y además son duraderos, y fue un vehículo que se robó mucho porque en el desguace ha llegado a valer hasta 60000 euros en piezas, entonces un coche que sale 10000 pero que si desguaza vale 60000; por eso, los talleres “clandestinos”, antes que comprar piezas a Renault que les salen caras, prefieren acudir a otro mercado “paralelo” donde les salen más baratas y, además, son originales.
Como vemos, la sociedad ha evolucionado hasta tal punto que, con el mínimo esfuerzo y la mínima inversión, se saca la máxima rentabilidad.
También se observó en España hace años cuando fue el boom de la construcción, de la bonanza, se pasó de tener coches con cobertura sólo contra terceros a tener a cobertura para todo riesgo, de coches viejos a coches nuevos. En ese momento descendió el nivel de fraude estadísticamente porque la gente vivía bien y no tenía esa necesidad.
En el 2008/2010 llegó la crisis nuevamente, y la construcción se vino abajo y demás, otra vez el fraude comenzó a reactivarse por parte de los asegurados y nuevamente la capacidad de detección de las aseguradoras volvió a aumentar y porque la gente necesitaba dinero rápido y fácil, utilizando automóviles, atracos en la calle, o pequeños incendios de naves, robos en las casas, cualquier cosa que permitiera sacar dinero rápido y fácil, se utilizó. Ahora con el tema de la pandemia lo que vemos es que no ha bajado el fraude, sino los siniestros en sí. Y lo que vemos es que cuando se reactiva la sociedad, se reactiva el fraude. Cuando la gente vuelve a salir a la calle, vuelven a aparecer los siniestros, evidentemente hace falta dinero, y ¿qué mejor que la compañía de seguros que nos puede dar un dinerito fácil y rápido?
Existe una relación directa entonces entre la necesidad y las aseguradoras. Y muchas ya lo saben, pero el defraudador siempre está buscando la parte débil de la aseguradora para sacarle dinero
Cuando hablamos entre compañías, vemos que aquellas que no le ponen mucho empeño en luchar contra el fraude, al final son las más perjudicadas porque no ponen remedio, no ponen soluciones y aunque la gente no se dé cuenta, los que son expertos en defraudar compañías, lo saben, entonces dicen: “tal compañía no me pidió verificar mi coche, mi casa, mi negocio, entonces directamente aseguro el riesgo, para luego cometer el fraude”. Cuando una aseguradora manda un perito para verificar el riesgo, ese negocio, ese vehículo esa empresa, o en un centro de salud para hacer un buen chequeo, esas compañías al final están minimizando el posible riesgo fraude; no lo evita pero, de alguna manera, lo minimiza. Aquellas que no hacen nada, evidentemente van a ir por ellos y los defraudadores lo saben.